(CDR) CENTINELAS DE ROSARIO

Un largo camino recorrido: el puente a Victoria cumplió 5 años La cantidad de vehículos que transitan la conexión vial, que se inauguró el 22 de mayo de 2003, ha aumentado progresivamente desde su apertura: mientras que el primer año oscilaba entre 8 mil y 12 mil por mes, a principios de este año se estabilizó en 18 mil. Si bien el paro del campo resintió su actividad, fue escenario de múltiples protestas de pescadores y se ha visto afectado por los incendios en las islas, se ha consolidado como una imprescindible y estratégica vía de comunicación El puente sobre el río Paraná, toda una postal. (Flickr/Gustavo-lu7frb) Galería de Imágenes El puente Rosario-Victoria celebró el jueves pasado su cumpleaños número 5, que lo encuentra consolidado como una imprescindible vía de comunicación no sólo entre las dos ciudades que albergan sus cabeceras, sino también para las provincias de la región. El 22 de mayo de 2003, luego de casi cinco años de trabajo, marchas y contramarchas, la conexión vial se inauguró con un sencillo acto, la traza de 59,4 kilómetros de longitud, y a continuación, miles de santafesinos y entrerrianos se lanzaron con sus vehículos, a lo largo del puente, hacia el otro lado del río y provocaron un caos infernal de tránsito. Hoy, cruzar desde Entre Ríos a Santa Fe o viceversa, insume menos de una hora de reloj, pero aquel día inaugural, los embotellamientos causados por los los más ansiosos que no quisieron postergar ni un día su viaje de bautismo, lograron que el mismo trayecto demandara entre cinco y seis horas, de promedio. La cantidad de vehículos que transitan la conexión vial ha aumentado progresivamente desde su apertura. “El tránsito en el puente creció año tras año, y en 2007 circuló alrededor del 10 por ciento más de vehículos que el año anterior", precisó a Rosario3.com, Verónica Grassi, responsable de atención al usuario de Puentes del Litoral, la empresa que desde la puesta en marcha de la obra, está cargo de la explotación y el mantenimiento de la misma. En el primer año el promedio rondaba los 8 mil por mes pero tuvo picos de 12 mil, en 2004 la cifra se estabilizó en 10 mil. En 2005 el tránsito variaría según el mes, pero continuaría siendo importante: entre 9 y 12 mil vehículos. Un salto significativo se registraría en 2006, ya que ningún mes el número de vehículos bajó de 12 mil e incluso hubo un pico de casi 17 mil en abril. El año siguiente llevaría el número a un piso de 15 mil, pero con picos de 19 mil. Y si bien este año arrancó mejor que nunca, ya que en los tres primeros meses circularon en promedio 18 mil vehículos, el paro del campo necesariamente afectó el tránsito en la vía. Lo llamativo es que, más allá de que se haya visto por las protestas agropecuarias, haya sido escenario de múltiples manifestaciones de pescadores y su circulación haya sido suspendida en determinados momentos por los incendios en las islas, lo concreto es que el puente Rosario-Victoria se ha consolidado como una imprescindible y estratégica vía de comunicación. Por la colosal construcción conformada por 17 puentes que recorren el Paraná y sus riachos, circulan 2.000 camiones diarios que transportan en su mayoría cereales y maderas, y este tipo de vehículo es el que más abunda de lunes a viernes, cuando que la conexión vial es utilizada como medio de transporte de carga nacional e internacional hacia Brasil y Chile. En tanto, durante los fines de semana, disminuye el paso de camiones y crece el tránsito de turistas que se trasladan en ambos sentidos, tentados por los atractivos propios de cada una de las ciudades: los rosarinos que cruzan para disfrutar de la tranquilidad de la Abadía de los monjes benedictinos o de los juegos de azar del casino y los victorienses a los que ya se les hizo costumbre venir a Rosario para presenciar algún espectáculo o para caminar por sus parques, mate y termo en mano. La traza, que constituye junto al Túnel Subfluvial, una de las obras más importantes del continente, fue a lo largo de estos cinco años, escenario de numerosos conflictos –como el reclamo de los pescadores de ambas provincias y el conflicto del campo– cuyos protagonistas cortaron el tránsito en el ingreso desde ambas ciudades, en varias oportunidades para protestar por causas diversas. Pero el mayor obstáculo a la circulación no lo constituyeron las protestas sectoriales o la niebla que varias veces obligó a interrumpir el paso de los conductores, sino el humo producido por los incendios. Hasta esta semana, los incendios provocados por los productores dueños de campos ubicados en las islas entrerrianas siguen contaminando el aire de la ciudad de Rosario y según la dirección del viento, continúan entorpeciendo la visibilidad en los tramos más deprimidos de la conexión, sin que la Justicia haya avanzado demasiado para evitar la continuidad de los mismos, a pesar de las denuncias presentadas y del riesgo que representan para la seguridad vial. “En proporción con el volumen de tránsito, los accidentes producidos en el puente a lo largo de estos cinco años no han sido muchos –afirma Grassi– y explica que la mayoría de ellos se debe a exceso de velocidad o sobrepasos en lugares prohibidos para realizar esa maniobra, como curvas y puentes; y otra colisión común es la producida en cadena por distracciones de los conductores, que circulan sin respetar las distancias mínimas entre vehículos. Hoy, reconocen desde la administración del puente, la calzada está en buen estado, aunque en forma permanente se realizan trabajos de reparación en diversos tramos de la traza que por la intensidad del tránsito pesado, necesitan de mantenimiento permanente.