(CDR) CENTINELAS DE ROSARIO

Blíndex, GPS y tarjeta: una fórmula para la seguridad de los taxistas El concejal Boasso propuso otra vez la implementación simultánea de los tres sistemas de seguridad, incluido el del dispositivo prepago, por parte de los taxis para combatir los asaltos. Sin embargo, los titulares pusieron sus reparos Boasso propuso que los taxis incorporen los tres sistemas de seguridad a la vez. Galería de Imágenes Los tres juntos. El concejal Jorge Boasso reflotó un proyecto presentado en 1998 que establece la obligación para los taxistas de instalar en sus vehículos una mampara de vidrio entre los asientos delanteros y traseros, un sistema de seguimiento georeferencial conectado con la policía y además un alternativa al manejo de dinero a través de una tarjeta inteligente o posnet para evitar que haya efectivo en los coches. A diferencia de otras propuestas que obligan a la utilización de uno de estos recursos, el edil sostiene que sólo la implementación de los tres sistemas juntos ofrece plena seguridad al conductor. Sin embargo, desde la Cámara de Titulares de Licencia de Taxis de Rosario (Catiltar), su titular José Tornambé, no se mostró conforme con el proyecto y puso reparos. Boasso sostuvo que que hay que intentar que el taxista no maneje más dinero en efectivo por lo que propone “los tres sistemas de seguridad a la vez por lo que vengo peleando desde 1998”. Para el edil “en Nueva York, que es el primer mundo, los taxis tienen mampara, un sistema georeferencial de ubicación del vehículo y además, medios alternativos de pago de tarjeta”. La propuesta del concejal consiste en que en un tiempo progresivo la incorporación de los sistemas de seguridad que deberán ser financiados por los propietarios de taxis y la Municipalidad de Rosario. Para Tornambé, la idea no es fácil de llevar a la práctica. “Las unidades no están preparadas para eso”, manifestó el taxista en referencia a los blínex y, según apuntó “se necesita muco dinero”. En cuanto a las tarjetas, manifestó que le generan “dudas” ya que las usadas en el sistema de Transporte Urbano de Pasajeros son difíciles de conseguir. “No tenemos que manejar ni un centavo más y no sé si hay alguna modalidad que funcione. Queremos algo serio y arrancar. Nos somos los culpables de lo que pasa, también tenemos miedo”; cerró.